Feliz Día del Trabajador: por los nuevos comienzos!
Hace 3 años, publicábamos un día como hoy una foto de Lina Bo Bardi en acción.
Hace 3 años con Sofía estábamos en una situación muy (pero muy!) parecida a esta: ella por tener a Juan Felipe y yo estrenando un reposo por el embarazo de Bruno que duró desde abril hasta agosto. Nos acordamos tanto de ese tiempo intenso. En aquel entonces nos reencontramos con la lectura, hicimos nuestra web casera (ya llegará la web .uy) y buscamos la
manera de seguir pensando en esto que nos apasiona-obsesiona por momentos. Esto fue muy parecido a un postparto: tiempo de cuestionamientos, reflexiones, salir del eje y volver a encontrarlo, y sobre todo en eso de que todos los días se parecen y uno pierde la noción del tiempo. Trabajar en casa fue nuestra opción, fue nuestro no tener excusas, fue el ser viables con lo mínimo y desde donde se puede. Trabajar desde las obras, es un lujito que nos permitimos: el vivir en primera persona ese espacio que es (casi) como un hijo.
Esto para nosotros es vida ¡difícil tarea la de discernir qué es vida y qué es trabajo! ¿De verdad tienen que separarse / nos tenemos que separar? Nos gusta más hablar de una relación de equilibrio. De esto no nos queremos jubilar, está en nuestra forma de ser.
Tenemos SED. De obra, de charlas insólitamente detalladas con nuestros clientes, con los carpinteros, herreros y tapiceros, de las recorridas por los talleres, casas de luminarias, muebles. De subirnos arriba de los techos, de rayar paredes, de desenrollar papel sulfito para hacer los “dibujitos” como quienes le dicen. De los lunes de puesta a punto, de degustación de las tortas y postres de Sofi. De los viernes de deberes para nuestros clientes. De los cafésterapia con Agos.
En este tiempo nos dimos el lujo de una licencia durante el primer mes, merecida pues durante todo enero estuvimos trabajando en varios proyectos que necesitaban inaugurar –ya les mostraremos!-. Haber parado nos hizo dar cuenta de cuanto nos gusta hacer lo que hacemos, fue una vuelta a encontrar el sentido. También nos atacó el bichito de mejorar toda nuestra casa, porque en casa de herrero (había algunos) cuchillos de palo.
¿Hacia dónde vamos nosotras? (Y esto es un pedido al universo) Hacia la arquitectura-interiorismo integral, porque nos gusta pensar los espacios desde adentro hacia afuera y desde afuera hacia adentro. Mezclar, hacer sinergia de saberes y materializarlo todo en un proyecto pensado por y para las personas. El lugar, los medios disponibles, los materiales y las
tecnologías: todas fuerzas confluyen a un centro, las personas. No hay lugar para la destreza arquitectónica ni espacio interior que se justifique si no responde primero a lo humano. Volvamos a llamar las obras por su nombre: el de sus propietarios, quienes la viven.
Uno a Uno es el cara a cara. Es el hecho a medida para. Es además en nuestra jerga profesional la escala real “uno en uno” que cuando lo decimos rápido es un uno a uno. Es la esencia de lo que queremos transmitir muy por delante de nuestros nombres y apellidos. Es la posibilidad de que el equipo sea flexible y fluctúe con una motivación extra de pertenecer, ser parte de y no trabajar para.
Los años de mundiales nos pasamos dando explicaciones, porque nadie
quiere un empate y nuestro nombre ¡también es un empate! Nuestra ignorancia sobre el fútbol es anecdótica, pero eso queda para otra historia.
Foto de Leonardo Finotti
¿Por qué Lina Bo Bardi? Porque su obra es inspiradora. Porque su manera de hacer es inspiradora: instalaba su estudio en obra, se nutría de la experiencia, del ambiente. Su “arquitectura-todo” es atemporal, vivible, integradora, con una calidez enorme contrastada con la robustez del hormigón en algunos casos. Es una obra muy pero muy rica, infinita,
atrevida, abarcativa. No es arquitectura, es arte, es experiencia, es todo junto.
Su manera de hacer la conocemos gracias a la gran admiración de las personas que trabajaron con ella: menudo homenaje. “Si Lina lo hizo…” nosotros también metemos nariz (y mano) en la obra. Esas charlas con quienes realmente meten mano en la obra y en los talleres son de las que más nos emocionan.
Tenemos tantos ejemplos inspiradores… “Si Aalto lo hizo…”, “Si Wright lo hizo…”, “Si Barragán lo hizo” porque nos inspiramos en los colegas contemporáneos pero sobre todo en los que dejaron un legado de espacios maravillosos. Ya les contaremos…
Lina es la elegida para hoy porque es nuestra referente y también Lina es mi hermana (sólo yo la llamo así) y fue nuestro segundo proyecto, ese que pensamos en la obra de Andrea (la prima) y quien nos regaló el desarrollo de identidad de marca. La cuarentena fue volver a recordar los inicios, trabajando en proyectos para la familia: gracias Juli y Caro!
Agradecidas a nuestras familias y amigos, quienes nos dieron la oportunidad de los primeros proyectos y nos hacen crecer con sus comentarios sinceros. Nos permiten experimentar en primera persona cuáles fueron los errores y cuáles los aciertos. Agradecidas a Alicia Schaffner quien visita absolutamente todas las obras que tienen un jardín para darnos sus maravillosas sugerencias.
Nuestras familias son nuestro equipo.
¡Maria Paz podés llegar cuando quieras: el equipo te está esperando!
AGRADECIDAS POR NUESTRO TRABAJO.
¡POR LOS NUEVOS COMIENZOS!
Sofía y Valeria