Uno a Uno con Cata, de Lavender Crafts

Hoy recibimos a Cata, ella tiene 39 años, es mamá junto al negro de Juani (7) y Juli (5), vive en Montevideo. Es la creadora de Lavender Crafts. En la primavera de 2019, Cata descubrió su pasión por prensar flores y hojas y luego componerlas para alegrar, dar color y vida en nuestras casas. Al inicio surgieron marcadores de libros, cuadros cajitas, marcos con flores y coronitas para dormitorios de niñas. Y desarrollando su arte hoy hace cuadros a medida, gallery walls y art prints de sus composiciones impresos en papel japonés.

Cata recolecta flores, hojas y gramíneas de distintos jardines: el suyo, el de sus familiares y del vivero de sus padres. Nos cuenta que también recolecta durante sus caminatas gramíneas silvestres que crecen en baldíos.

El trabajo de ella lo pueden encontrar en su web https://lavender-crafts.com/ y en sus redes: https://www.instagram.com/lavendercrafts.uy

Allí se van a sumergir en un universo increíble de flores y plantas. Lavandas, lunarias, delphiniums, violas, cardos, anémonas, salvias, dietes, violas, margaritas, nigelas, amapola, achilea, centauras, poas, siempreviva, flores de ciruelo, hortensias, astrantias traídas de Inglaterra. Y hojas de plantas y gramíneas silvestres: helechos, laurel, de monstera, acers, eugenia, trébol oxalis, panaderos, astromelias (linos de campo), palmera, pétreas, avena, ammis, erigerón, arvejillas, arroz de playa.

La entrevista podrán escucharla completa aquí, en este link.

Vale: ¡Bienvenida Cata!

Cata: Hola Vale un placer estar acá en este esta entrevista contigo y la verdad que escuchaba y dije guau todos los tipos de flores que fui prensando en estos años, en estos casi 3 años de este emprendimiento divino.

La verdad es que miro para atrás y ha crecido un montón. Te escuchaba y me vinieron flashbacks de cuadros que he hecho y de algunas flores que fui prensando y que ahora no prenso más. Viste que con la experiencia también uno va aprendiendo que es lo mejor, que sirve más, que dura más. Todo con lo que trabajo es 100% natural y con un motivo: me encanta la decoración y eso de llevar la alegría a los hogares, además de dar ese toque más personal es algo que me encanta.

Vale: ¡Y tus cuadros son únicos! Acá te voy a citar: “La esencia de lo que hago es llevar la alegría y el encanto de las flores al hogar”.

Tu arte es como una fotografía, que alarga la vida efímera de las flores, pero a su vez no las conserva en el estado en el que las vemos en el jardín. Al enmarcarlas y detenerlas en el tiempo podemos ver con detenimiento su belleza y conectarnos también de otro modo con la naturaleza.

Contarnos cómo surgió la idea de pensar y preservar y luego marcar tu arte.

Cata: Bueno, en realidad son esas cosas de la vida, porque yo no tenía ni idea, ni sabía que existían las flores preservadas. Bueno, todas lo hemos hecho en un momento de chicas, es bastante común. Yo trabajé 15 años en un Banco, en una institución financiera, siempre relacionada con la comunicación y con el marketing. Y estaba como en la búsqueda, de un hobby: de algo que me llenara un poco más a nivel personal. Estaba en esa búsqueda y a mí siempre me gustó la fotografía y cuando estaba de licencia maternal de Julieta, que nació en el 2018, hice un curso de fotografía y me compré una cámara todo entusiasmada.

Vale: ¡No sabía esto de la fotografía!

Cata: Sí, me encanta, siempre me gustó. Me acuerdo que mi abuelo tenía un cuarto oscuro y yo iba ahí, era alucinante.

Cuando me encontré con la edición de las fotos, estaba en pleno post parto y agotada, o sea, no podía dedicarme a lo que era la edición y sentí que no era el camino.

Y bueno, yo todo esto lo charlaba con mamá. En una revista de mamá -colecciona varias revistas- que se llamaba Garden Ilustration y le llega de Inglaterra, encontramos un artículo que decía The Art of Pressing Flowers. Lo leímos y dijimos: ¡Ah, pero qué bueno! Y empezamos a investigar ¡y teníamos todo el material! obviamente por el vivero y por el jardín de mi mamá también que es espectacular. Todo esto fue antes de la pandemia, y yo después en la pandemia armé en casa un cantero para poner las flores para prensar.
Y empezamos a probar, fue todo un proceso. El bungalow de mamá tiene una mesa de comedor y un livingcito, y esa mesa de comedor se convirtió en un taller. Habían diarios, hojas, todo tapado y fue divertido. Prensar una flor lleva entre 10 y 15 días y a medida que iban pasando los días y estábamos ¡guau mira cómo queda! La verdad es que nos íbamos maravillando y motivando más.

La verdad es que fue algo que arrancó así como de la nada y vimos que el resultado era espectacular. La verdad es que las flores recién prensadas son una maravilla: ¡el color, son como perfectas! Creo que ninguna pintura en las retratar mejor que lo propiamente natural.

Y bueno en esa primavera de 2019 empezamos a hacer cuadritos y mamá me dijo, ¿por qué no los vendemos en el vivero? Y sí, la verdad es que fueron un éxito y bueno, y así también fuimos aprendiendo.

Vale: Ahí di contigo: ¡comprando plantas! Vi unos cuadros con lunarias y le pregunté a Cesar, fue por ahí en 2020, que me mudé a casa con jardín.

Cata: Si, esto fue en la primavera de 2019 y después llega el 2020, la pandemia, y bueno fue un año realmente muy de quiebre para mí.

Ahí me dediqué más que nunca a prensar flores y a hacer cuadros, a perfeccionarme. Fui también buscando en Instagram otras marcas que hacen lo mismo que yo, sobre todo en Inglaterra, en Francia, en España y bueno fueron -son hasta hoy en día- mis tutores porque hacen cosas espectaculares.

Uno aprende que dura más, que no, como quedan los colores. Fui dejando un poco de lado las que ya sé que pierden el color bastante rápido y uso las que sé que perduran en el tiempo bien.

Vale: Claro, sí, además, me imagino que depende de dónde las ubiquemos en nuestra casa.
Quiero que nos cuentes ahora alguna historia de algún descubrimiento especial respecto a tus flores u hojas. También puede ser a la inversa: una flor que recolectaste, que tenías muchas expectativas sobre ella y después no resultó como esperabas.

Cata: ¡Las glicinas! Mamá tiene en el parrillero, afuera, todo un techo en el que cae la Glicina y es espectacular, la verdad es que es una maravilla. Dije ¡Ay, voy a prensar las glicinas! No sé cuántas flores habré cortado, obviamente un poco a espaldas de mamá porque me mata cuando ve que le corto las flores. Las prensé con mucho amor y cuando a la semana las fui a revisar, ya estaban todas podridas. No prensan bien y si alguna quedó, el color no era lindo, como un grisáceo, no era el color lila de la glicina. Así que bueno, yo tenía unos diseños en mi cabeza, me decepcionaron totalmente.

Y alguna que me haya impactado… la verdad es que son todas divinas: los delphiniums me encantan, las alverjillas cada vez me gustan más, las centauras quedan impresionantes y la verdad es que el color además les dura.
No sé, es como que cada flor cuando queda seca tiene eso especial, propio de cada una. Es muy difícil elegir una así en particular. Igual creo que una de mis favoritas son los cosmos, no sé por qué, pero me encantan.

Vale: ¡Ah si, ya sé de cuales hablas! El universo de plantas y hojas con el que trabajas es maravilloso, pero hay 3 flores que las has mencionado especialmente: las lavandas lunares y las siemprevivas. Contanos, ¿por qué son especiales para ti?

Cata: Bueno las lunarias son súper especiales en realidad. Acá no se consigue, no se venden, no hay en viveros. Mi abuela tenía y cada cada año se cosechaban las semillas y se volvían a plantar. La flor nace cada dos años, o sea, plantas una semilla -que crece en la hojita de la planta- y esa primavera no te da flor, recién te da flor la siguiente. Mis tías todas fueron cosechando las semillas año tras año, mamá especialmente también y así por suerte, yo hoy llego a tener lunarias que están en mi casa. Son sumamente ornamentales: no solo en los canteros cuando están en flor, sino que además después cuando la semilla se seca, queda nacarada. Son divinas para arreglos florales y en cuadros quedan espectaculares.

Y bueno, tiene ese significado, que es eso de que se pasa de generación en generación y que también se pueden regalar las semillas a un ser querido. Empezar esa tradición tiene mucho sentido para mí, además de que son divinas.

Y después las Lavandas. Bueno, la lavanda es una flor muy clásica, tiene ese aroma espectacular y tiene un sentido especial para mí, porque es el nombre que lleva la empresa familiar del Vivero Lavender y salón de té; del mío también Lavender Crafts. Todo nace a través de Lavanda y es más que nada por mi mamá, porque es una de sus plantas favoritas.

Las Siemprevivas eran como unas flores de antes, que las veías en un jarroncito como decoración. Hoy más que nada me gustan más como para decorar, para tenerlas dentro de un adorno, en una cajita. No tanto en un cuadro, yo con el tiempo, con los años fui variando un poco.

Vale: ¿Qué te dirías a tí misma si pudieses viajar en el tiempo y te encontrarás en el día uno de la Lavender Crafts?

Cata: ¡Que siga, que siga! Que siga probando, que siga intentando, que siga diseñando.
Porque se siente bien y cuando algo se siente bien significa que vas por el camino correcto. A uno a veces creo que le cuesta frenar un poco y escucharse a sí mismo.

Vale: Contanos Cata, qué es lo que pasa entre la flor o la hoja que encuentras en el jardín desde que la cortas hasta llegar a una composición enmarcada.

Cata: Claro! Cuando doy workshops también lo cuento. La flor tiene que estar en su esplendor. No puede estar marchita porque si no el prensado nunca va a ser casi perfecto. Es importante cuando vas a cortar la flor que esté seca. Lo ideal es hacerlo después de que haya pasado el mediodía, que no haya quedado rocío de la mañana o muy en la tardecita, cuando ya empieza a caer tampoco. El momento del día es importante. Si llovió el día anterior, esperar un par de días más para que esté bien seco.

Entonces trato de cortar y elegir las flores que estén más lindas. Y después yo tengo una prensa grande, pero a veces la prensa no me es suficiente, entonces al final en mi taller termino prensando con diarios, con papel absorbente de cocina y con mucho peso arriba. Pongo papel de diario en un colchoncito finito -no tiene que ser muy grueso- después pongo algunas hojas de papel absorbente de cocina y ahí pongo las flores: a veces es un tallo largo con una flor como por ejemplo la lavanda. Si prenso cosmos corto las flores y las pongo juntas y después los tallos aparte, así me aseguro de que la flor quede bien prensada.  A veces la dejo con el tallo porque me gusta tener flores imperfectas. En las composiciones es importante jugar con distintas formas y tamaños.

Le pongo de vuelta papel de cocina y después otro colchón de diario y así voy haciendo capas y los después los aplasto con mucho peso encima. Los reviso: a veces le tengo que cambiar el papel de cocina, pues está muy húmedo, para evitar que se pudra la flor. Así quedan durante 10 o 15 días más o menos. Quince días es lo ideal, porque si quedan húmedas se van arrugando, entonces te vas dando cuenta.

Una vez que las tengo este voy a la hoja y empiezo a armar una composición. Más o menos en mi cabeza me imagino algo y trato de lograrlo en el papel. Uso un papel Canson con un gramaje gordo como de 300 entre 200 y 300 gramos. Antes usaba uno finito, pero con el tiempo no me gustaba porque como cualquier lámina, si hay mucha humedad en un lugar se puede arrugar un poquito el papel.

Cuando son cuadros grandes lo hago con lino. Ahí hago los diseños libres y algunos obviamente por encargos a pedido de lo que quiere el cliente.

Vale: Bien. Mencionas las mañanas de lluvia para sentarte a componer cuadros, también los días soleados para salir a recolectar al jardín, hablas del campo en primavera, de lo silvestre, del baile de las flores ¡se nota que sos muy observadora! ¿La inspiración te encuentra trabajando?

Cata: Sí, pero yo aprendí a través de esto a ser observadora. Yo trabajaba 9 horas, estaba 10 horas fuera de casa en un Banco corriendo. La verdad es que todo esto de la fotografía -y que arranque con las flores- me hizo aprender a mirar, a observar. Estoy pendiente: esto ¡qué divino! Me voy fijando, iba caminando por las calles: ¡hay panaderos! La gente capaz que pasa de largo no se da ni cuenta que estalló de panaderos, pero como que uno aprende a ver esos cambios sutiles chiquititos de cada estación. Siempre estoy prestando atención.

Los ammis -que son una flor silvestre- pululan en esta época, están por todos lados. Se usan un montón en arreglo de flores. Son como una especie de yuyos en realidad, pero son divinos. Prensados quedan espectaculares, a mí me fascinan y además no pierden el color, no se ponen feos, son neutros, quedan elegantes y le da un toque canchero, dependiendo de con que fondo lo pongas. A mí el ammis me encanta y es una de las flores que descubrí y que está en todos lados. Ahora los veo por las calles, todo lleno de ammis y no para de llover.  ¡Quiero que deje de llover para cortar y prensar!  

Vale: Hablas de una sensación de paz, armonía y tranquilidad mientras haces tus cuadros. ¿Esa es la parte del proceso que más disfrutas?

Cata: Sí, porque ahí la mente me queda en blanco. No estás pensando en lo que tienes que hacer, que te falta, que tenés que ir al supermercado, los chicos, la cadena. Estás en ese momento haciendo eso. Creando. ¡Y podría estar todo el día la verdad! A veces me pasa que estoy en la mañana haciendo cosas, veo la hora y digo ¡ya no te puedo creer que tengo que buscar a fulano! Se me va la cabeza haciendo eso, se pasa el tiempo volando y podría estar todo el día, la verdad.

Vale: Ahora de nuevo voy a citarte “Cada flor y cada hoja que uso para diseñar mis láminas son elegidas con cuidado porque creo que son los detalles los que dan una armonía especial y única a cada composición”

Lo interesante de tus cuadros es que cada cada cuadro es único y eso da un valor increíble, porque cada flor queda prensada distinta. Es algo que no puedes controlar, digamos.

Cata: Sí es verdad, yo ya cuando voy a cortar las flores para llevar a la prensa las elijo. No elijo cualquiera, elijo la que pienso que puede quedar mejor o la que a mí me gusta más. Y cuando voy a hacer el cuadro, obviamente no todas quedan iguales, algunas quedan mejores, algunas quedan peores, todas lindas igual, pero algunas están perfectas y otras más imperfectas.
Me gusta también darle un toque de que parezca lo más natural posible. Como si la tuvieras en tu jardín.

Vale: Contanos: ¿tenés algunos cuadros en stock y también te pueden hacer encargos especiales a medida?

Cata: Si, siempre trato de tener un stock de la mayoría de las flores. A veces me quedo sin y tengo que esperar a la estación, porque obviamente este flores que son de primavera verano, entonces esta es la época que tengo que aprovechar más a stockearme digamos.

Y bueno obviamente hago los cuadros flores prensadas que diseño libremente. Tengo muchos pedidos en los que me dicen “me gustan lavandas”. Bueno, los hago así a pedido. Después están los grandes, que son los que más hago por encargues porque no tengo ese stock en casa.

La verdad es que estoy muy feliz por la respuesta de las personas que les gusta, que me encargan, que me compran. Es una gran satisfacción eso y sobre todo encontrarme en casas de conocidos o de amigos, mis cuadros. Es algo que nunca me imaginé y a mi me hace muy feliz.

Vale: Cata ahora entramos en una parte que son preguntas denominador común entre todas las entrevistadas. ¿Qué recuerdos de tu infancia tienes vinculado en la casa y de quién era esa casa?

Cata: Ay! La de mi abuela, en realidad las de mis dos abuelas, pero sobre todo la de mi mamá. La amami le decíamos. Vivíamos ahí en la casa de tarde con mis primos y en la piscina los veranos.
La verdad es que son recuerdos únicos. Creo que todos tenemos recuerdos únicos de la casa de nuestros abuelos, los olores, la comida, todo.

Vale: ¿Qué fue lo que te hizo decir “es esta” cuando elegiste tu casa actual?

Cata: Fue difícil encontrar una casa, esta tenía una energía divina, y era lo que estábamos buscando en realidad. No fue fácil porque pues todo era muy chiquito y si no era muy caro, entonces cuando llegó esto fue como una joyita: tenía un lindo jardín, es amplio arriba. Es una casa que no es muy grande, pero tampoco es chiquitita. Fue como esas joyitas en Carrasco que encontrás así de golpe, y si ¡es esta! después de ver tanto. Tuvimos que ponerle mucho amor y está divina.

Vale: Siempre siempre hay que ponerle mucho amor. ¿Cuál es tu spot favorito en tu casa?

Cata: Hoy por hoy te diría que es un rincón de un estar. Tengo todo un ventanal que me da al jardín: al cantero nuevo, como le digo yo, que en realidad lo hice en la pandemia. Mi jardín en el 2020 no tenía nada, aunque no lo crean. Tenía un cantero, donde está el cerco del lado de adentro, donde tenía más que nada arbustos. En la pandemia me dediqué a hacer un cantero gigante, y hoy para mí es un deleite sentarme en ese rincón. Sentarme ahí con un rico café con leche calentito. Es un momento para mí, lo disfruto cuando descanso la vista, me transmite mucha paz.

Vale: Divino! Capaz que ya me la contestaste, pero ¿tienes una fuente de recarga de energía asociada a tu casa?

Cata: Te diría una buena ducha, un buen baño. Salir afuera a sentarte. Oler en esta época los jazmines. Yo tengo jazmines de leche plantados bastante cerca de la ventana. Es importante plantas con aromas cerca de la ventana, abris la ventana y como que te imbade el olor y la verdad es que es una sensación divina.

Vale: Un ritual tuyo que nos quieras compartir.

Cata: Si, tengo un ritual, a la mañana, que es mi café con leche. O sea, si no tomo un café con leche en la mañana, es como que me falta algo. Sí, y lo disfruto y a veces estoy horas tomando café con leche porque se me enfría, voy lo caliento, entonces voy y vengo, no sé cuántas veces como 5 veces te juro que lo caliento.

Vale: Bien. ¿Cuál es tu fecha de cumpleaños?

Cata: ¿Mi cumple? El 15 de marzo: soy de Piscis. Soy media volada, distraída, soñadora, tengo esa faceta.

Vale: ¿Cuál es tu estación del año favorita?

Cata: Ay no sé si tengo una porque me gusta mucho el otoño y me gusta mucho la primavera. La previa al verano, también de cuando arranca el calorcito y las flores. Entonces empezás a salir, venís cansado del invierno, estás podrida de la bota, de la campera y ya empiezas a andar más liviano.

Cuando no hace ni frío ni calor, ese momento del año me encanta, entonces creo que lo tenemos tanto en el otoño como en la primavera.

Vale: ¿En cuántas casas has vivido?

Cata: Bastantes porque de chica nos mudamos un montón. Contando todas mis casas 7: cinco de soltera y después dos más. Cuando me casé viví en Pocitos en un apartamentito divino y después acá ahora nuestra casa.

Vale: ¿Qué aromas te gusta tener en tu casa?

Cata: Ay, sí, soy media pesada con los olores. Entonces tengo algunos aromatizadores y los típicos de palitos. Algunos son de gardenia y estoy comprando ahora unos de papaya (creo que se llama así)
Tengo por todos lados y me gusta porque paso y lo siento. Tengo algún perfumador también en el living de bambú. Son todos suaves, ¡me gusta sentir como rico olor!

Ahora estoy en obra, o sea, lo único que siento es olor a escombros y polvo. ¡Horrible!

Vale: Sí, te entiendo. Contanos alguna rareza tuya, algo que vos digas esto es tan raro, tan mío.

Cata: Sí, no sé si es raro, pero es tan mío: a veces cuando nada cuando me compro algo, y estamos comprando algunas cositas en una boutique, me dejo las bolsas, me dejo todo.
Me llevo lo que compro en ese lugar y dejo las bolsas. Después estoy dos cuadras corriendo como una loca a buscar las bolsas. Me pasa acá, me ha pasado en Buenos Aires más de una vez y de viaje.

Me ha pasado dejarme mi cartera en un aeropuerto en Chile, estaba de viaje por trabajo con un grupo, fuimos al baño y me dejé colgada la cartera. Y me di cuenta, ya habiendo pasado migraciones.
Ahí dejé mi cartera con mi billetera, con plata, con todo, lo único que tenía en mi mano era el sobrecito con el pasaporte. El celular, todo me dejé ahí y después corriendo para atrás.  Ya había pasado migraciones y la cartera había la había dejado antes, la recuperé como una loca, pero la siempre la recupero. Pero me pasan esas cosas y es tan mío, no sé por qué, como que me distraigo.

Vale: Una habilidad extraña tuya

Cata: Bueno, no sé si te extraña, pero yo tengo habilidad. Con esto de los cuadros y el arte me di cuenta de que tengo habilidad para crear. Es algo que descubrí ahora, hace re poco. Yo nunca me consideré una persona con manualidad, nunca me he considerado, no me tenía fe. Y la verdad es que descubrí esta habilidad mía: que hago cosas manuales ¡y que me quedan bien! Me voy descubriendo también a mí misma.

He tenido desafíos en cosas que me han pedido, y digo ¿cómo hago esto? ¡No me va a quedar! Y al final el resultado me encanta.

Vale: De viaje: ¿naturaleza o ciudad?

Cata: Bueno, un poco de las dos! Es difícil quedarte con una sola porque creo que si vas a una ciudad tenés que también ver la parte natural que tiene. Y viceversa.

Lo que menos elijo hoy por hoy es playa, porque yo no puedo tomar sol, no me dejan.
Entonces me cuesta mucho elegirlo. Ahora en verano nos vamos como todos los años a Florianópolis con mi marido y la familia de mi marido. Y voy por los chicos, sobre todo. Antes era lo primero que elegía, pero hoy elijo otras cosas, otro tipo de viaje.

Vale: El mejor viaje que hiciste fue a…

Cata: ¡Europa! O sea, conocí a Europa el año antes de casarme, fui por primera vez con dos amigas. Y dije ¿cómo no había ido antes?
Todavía no conozco lugares tradicionales, pero voy de a poquito. La verdad es que si tengo que elegir un continente: elijo Europa.

Vale: Si, tiene mucha historia, mucha tradición. Un viaje que soñas hacer en el futuro…

Cata: Me encantaría ir a París porque no conozco. Me encantaría Francia, recorrer toda la parte de La Provence. Hay un viaje que me encantaría, no sé por qué, pero es Nueva Zelanda y Australia, Nueva Zelanda también. Siento que me divierte.

Vale: Y bueno, tienen un clima bastante parecido a nosotros.

Cata: Si, pero yo porque leí un montón acerca de la historia, historias noveladas basadas en Australia y Nueva Zelanda. Entonces como que están en mi cabeza, es un lugar que me encantaría conocer en algún momento de la vida.

Vale: ¿Actualmente estás leyendo algo?

Cata: Actualmente no estoy leyendo nada. Me encanta leer y ahora en las vacaciones me voy a llevar un libro. No sé cuál todavía. Amo ir a las librerías, amo ese olor a hoja, a papel que tienen las librerías. Me podría quedar horas. Un libro me voy a llevar, es como una consigna que tengo para estas vacaciones.

Vale: ¿Sos de escuchar música?

Cata: Si me armé una lista en Spotify y cada tanto me la pongo y escucho. Cuando estoy haciendo cuadros me gusta escuchar música. Rock Argentino, Coldplay, U2, todo eso me encanta. Soy más de escuchar en inglés, pero igual la música en español tipo rock argentino, también uruguayo.

Vale: ¿Y sos de escuchar podcast?

Cata: Algunos y cada tanto. Cuando salgo a caminar y estoy con un tema a mi cabeza o algo que siento que me haga bien y que me podría ayudar con respecto a algo. Siempre tengo alguna amiga que son fanáticas de los podcast y me pasan. Escucho a veces, y siento que me hacen muy bien, en esos momentos que necesitas escuchar algo sobre un tema en particular. No en el día a día. Cuando hago cuadros por ahí elijo escuchar música.  

Vale: ¿Cocinar o que cocinen para ti?

Cata: ¡Qué cocinen para mí! No lo dudo, me encanta comer bien y odio cocinar. Pero nadie cocina para mí Vale, no te preocupes, me toca cocinar igual.

Vale: Dulce o salado…

Cata: Hoy soy más de lo salado, era mucho más de lo dulce. Antes era cuanto más pocho, más dulce de leche y chocolate el postre, mejor. Ahora, no sé, será que estoy más vieja, capaz que me copa más una torta de manzana o de pera con helado; algo no tan pesado.

Vale: Tu best seller culinario -que también puede ser donde se consigue el best seller- o así como tu postre o tu comida favorita.

Cata: Bueno mi postre favorito es el Apple Crumble casero. Aunque en Lavender en el salón de té tienen una tarta de manzana que me encanta y la de peras también. Y también tienen brownie. No ves! Ya empiezo con todo porque después todo me gusta.

Y la comida: me gusta todo pero si tengo que elegir, me gusta mucho la pasta, una rica pasta con una rica salsa. Me encanta.

Vale: ¡Bueno bien! Gracias por haberte sumado a la entrevista Cata.

Cata: No, Vale, muchas gracias a ti, llamarme para para saber un poco más de mí, la verdad que me encanta.

Vale: Como te dije, yo estaba comprando plantas y vi esos esos cuadros con Lunarias y enseguida me imaginé tus cuadros en mi toilette que tengo una piedra laja negra en las paredes.

Cata: Sí, Vale, me has pedido varios!

Vale: Lo que me gusta es eso, que puedo contar con diseños a medida y podemos generar cuadros de grandes tamaños, porque te tenemos acá cerca. Y bueno, ahora con todo lo digital. Tenes Art Prints, que fue lo que vimos en la última exposición. Todo un nuevo universo dentro de Lavender Crafts que son los diseños impresos en papel japonés con una definición increíble. Contanos un poco de qué se trata.

Cata: Esta idea nace porque los cuadros de flores prensadas -que son 100% naturales- con el tiempo cambian un poco el color. El color se degrada un poquito, igual quedan perfectos y divinos. Yo tengo en casa como de unos de 3 años ya tienen, y por ahí están  un poquito más bellecita, pero están perfectos.

Buscaba algo también que se pueda hacer con flores en otras dimensiones y que tenga más el estatus de obra de arte.
Que se pueda vender en casas de decoración, o que a las decoradoras les guste y quieran proponerlos o elegirlos para sus proyectos.
Y quise hacer algo digital. Entonces empecé a hacer diseños que yo me imaginaba enmarcados: para un cuarto de niña, para un comedor, para un dormitorio de adultos o para un living.
Un amigo me recomendó el laboratorio de arte y fotografía de Darío Invernizzi, que la verdad es que es un capo. El me saco fotos a estos diseños con las flores naturales prensadas que tenía. Yo le conté que quería que estuvieran los más naturales posibles, igual que el original. Y él me recomendó un papel que también es 100% natural, porque ahí, en la impresión el papel juega mucho.
Es un papel que es traído de Japón, hecho a mano, de Awagami Factory. Y son de una calidad impresionante. Yo descubrí este mundo hace un año, la verdad y cuando lo imprimimos en ese papel, obviamente era el más caro, como que tenías que tocar. Parecía como pintados en acuarela, no parece una fotografía.

Vale: Me pareció, cuando los vi, que podía ver más detalles aún que cuando vos ves la flor natural prensada, digamos.

Cata: Claro, porque la ves chiquita. Y cuando lo agrandas, porque obviamente las fotografías están sacadas en calidad de espectaculares, te da una definición que es impresionante.  este entonces cuando la gran llevase a escala los detalles.
Son divinos y espectaculares: a mí me encantan. Tuve los primeros diseños todo el año pasado y no sabía cómo mostrarlos, qué hacer. Este año dije algo tengo que hacer. Hice más diseños y bueno me largué a hacer una exposición, en octubre, que la verdad es que fue un éxito. Estuve muy contenta.

La idea es seguir, es otro producto dentro de lo que yo ya hago: un tipo de producto un poco más de alta gama por las calidades que conlleva y por los tamaños.
Y bueno, la idea es ver un poquito, a dónde me lleva todo esto.  

Vale: Y esto de los artprints es más fácil de enviar, entonces puede llegar a trascender mucho más las fronteras: no solo de Montevideo sino también de Uruguay.  Se pueden enviar a otras partes, entonces ahí también hay potencial de llegar a otras casas.

Cata: Bueno esa es la idea. También es todo un desafío para mí, porque cuando uno emprende y estás sola, a veces estás: ¿por dónde voy, qué hago? Pero bueno, cómo que de a poquito uno también se va hayando haciendo camino. Y bueno es la idea poder llegar a otros hogares en otros países. Me entusiasma mucho saber a dónde me va a llevar todo esto.

Vale: Bueno Cata fue un placer. Gracias por tu tiempo para esta entrevista.  

Cata: Vale gracias a ti y gracias a ti por llamarme y por esta entrevista tan divina.