Trabajar en (y desde) Casa
Hoy estamos disponibles y conectados a nuestro trabajo, por lo general, más allá de los límites físicos de nuestra oficina. No parece descabellado el poder trabajar desde casa, o al menos es mucho más sencillo de lo que era antes. Ya sea porque tienes un emprendimiento propio, o si la empresa en la que trabajas permite cierta flexibilidad, puede surgir la necesidad de armar un espacio de trabajo en casa.
Más tiempo en casa
No es casual que con la maternidad y la nueva perspectiva de las cosas – que viene de la mano- llegue el deseo de emprender o bien de trabajar algunos días desde casa. Dependiendo de la naturaleza de tu trabajo y de la cultura de la empresa, es cómo será el período de la licencia maternal y la reincorporación a la oficina si trabajas fuera de casa. Algunas empresas son más flexibles durante el tiempo de lactancia exclusiva, permitiendo complementar algunas horas de trabajo en la oficina con horas de trabajo en casa. Hay modalidades incluso que permiten trabajar ciertos días desde la oficina y otros enteramente desde casa.
Trabajo en casa: Pros y (cómo ser estratégico con los) contras.
Hay un ahorro de tiempo y dinero -real y medible- en el hecho de no tener que movernos de casa. El tiempo es el bien más preciado, por lo que ese ahorro inicial debemos usarlo a nuestro favor y cuidarlo siempre. El hecho de estar en casa no debería ofrecernos distracciones al alcance de la mano.
La flexibilidad es uno de los aspectos más valorados de trabajar desde casa, debemos utilizarla en la justa medida y tratar de encontrar un balance entre nuestra vida laboral y nuestra vida personal.
Nuestra casa por momentos puede no ofrecernos el ambiente apropiado para atender una llamada o tener una reunión con un cliente. Hay que buscar los momentos más estratégicos para las llamadas, y las reuniones podemos concretarlas fuera de casa, por ejemplo: en una cafetería. Tenemos un montón de espacios ideales para estos encuentros y son la excusa perfecta para un cambio de aire.
Estado de Ánimo y Motivación
Muchos aspectos influyen en nuestro estado de ánimo y nos predisponen a estar motivados a la hora de trabajar. En primer lugar, la gran ventaja de poder trabajar desde casa es que podemos armar un espacio a nuestra medida, según nuestro gusto y 100% personalizable. Busquemos generar un espacio que sea acogedor, cálido y que nos conecte con lo que nos gusta: con la impronta de nuestra personalidad.
Una buena iluminación ayuda a generar un espacio saludable, y a nuestro bienestar en el lugar. De la mano también viene la ventilación, que deberá cuidarse para renovar el aire y evitar molestias como dolores de cabeza o aire viciado.
Los colores, según la psicología del color, nos predisponen a estar calmos, activos, optimistas, concentrados, en alerta. La introducción del verde en plantas nos acerca a la sensación de estar afuera, y ayuda a nuestra creatividad.
Si bien en casa no tenemos un dress code como en los espacios formales de trabajo, caer en el cómodo pijama puede ir en detrimento de nuestro estado de ánimo. Así que abracemos la posibilidad de estar cómodos y a la vez vernos bien.
Contemplemos todos nuestros sentidos a la hora de buscar un espacio acogedor: prestemos atención también a los aromas y por supuesto, a la música, la radio o lo que escuchemos durante nuestras horas de trabajo. Busquemos un espacio que suene, huela, se vea y se sienta bien.
Orden!
Ya sea que tu espacio de trabajo se integra en otro espacio de la casa o es un lugar independiente, mantener el orden sobre la mesa de trabajo es fundamental. Sobre todo cuando retomamos las tareas en un nuevo día, enfrentarnos a un espacio limpio y ordenado hará la diferencia. Para hacerlo posible de una manera sencilla debemos tener lugares designados para cada cosa. Una buena estrategia es dedicar unos minutos a ordenar todo previo a terminar la jornada de trabajo.
El orden también va aplicado a nuestro tiempo: trabajar en casa no debería convertirse en un trabajo las 24hs del día ni el otro extremo de relegarlo como última prioridad. Con reglas claras que se ajusten a nuestra actividad y al movimiento de nuestra casa, podremos organizarnos de una manera más efectiva.
Dónde y cómo generar tu espacio de trabajo
Si el espacio de trabajo se encuentra integrado a otro ambiente de la casa, podemos buscar sectorizarlo y desarrollar las tareas que exijan mayor concentración en los momentos de menor interferencia con la vida de nuestra casa.
Contar con un espacio definido dentro de la casa donde generar nuestro espacio es la situación más deseada, ya que podemos regular la privacidad o el independizarnos para poder tener un momento de mayor concentración.
Es importante estudiar las necesidades que requiere nuestra actividad y pensar un espacio acorde a ellas. Debemos buscar estrategias que nos permitan ahorrar pasos y movimientos, simplificar procesos para que nuestro tiempo sea eficiente y volcado 100% a la tarea que nos queremos dedicar.
Cada maternidad es única, y conciliarla con el trabajo en casa es todo un desafío!
Por Valeria Rohrer
Esta nota fue publicada en la Revista Mamá y Bebé, edición Agosto 2019